• BOOK
    • LIGHTS & SHADOWS
    • BUY
    • BOOK REVIEWS
  • PAINTINGS
  • STORE
    • ART TOY
    • STICKERS
    • KILLA BEE EDITION
    • Limited Edition Store
    • Open Edition Store
    • MASTERCLASS
    • ORIGINAL WORK
    • Clothing Store
  • BLOG
  • WORKS / WALLS
    • Library Wall
    • Lamborghini
    • Chris Brown
    • Miami Art Basel
    • Only Watch
  • VIDEOS
  • INFO
    • CONTACT
    • ABOUT
    • TERMS
    • PRIVACY
  • SUBSCRIPTION
  • PRIVATE AREA
  • EXIT
  • Menu

SATURNO

  • BOOK
    • LIGHTS & SHADOWS
    • BUY
    • BOOK REVIEWS
  • PAINTINGS
  • STORE
    • ART TOY
    • STICKERS
    • KILLA BEE EDITION
    • Limited Edition Store
    • Open Edition Store
    • MASTERCLASS
    • ORIGINAL WORK
    • Clothing Store
  • BLOG
  • WORKS / WALLS
    • Library Wall
    • Lamborghini
    • Chris Brown
    • Miami Art Basel
    • Only Watch
  • VIDEOS
  • INFO
    • CONTACT
    • ABOUT
    • TERMS
    • PRIVACY
  • SUBSCRIPTION
  • PRIVATE AREA
  • EXIT

LA ESTUPIDEZ HUMANA Y EL AUTOENGAÑO COLECTIVO: POR QUÉ HAY GENTE LISTA QUE ACTÚA COMO SI NO PENSARA

December 05, 2025

Llevo años dándole vueltas a algo que cada vez veo más claro: hay personas con una inteligencia brillante, una educación impecable, un bagaje cultural enorme… que luego, en la vida real, caen en errores tan evidentes que cuesta entender cómo no los ven. Y no hablo de pequeños fallos, sino de posturas absurdas defendidas con una convicción ciega. Ahí es donde te das cuenta de que una cosa es el conocimiento y otra muy distinta es el sentido común, que al final es lo que marca la diferencia entre pensar por ti mismo o limitarte a repetir lo que te dicen.

Y por eso la historia de Bonhoeffer y las leyes de Cipolla encajan tan bien hoy. Bonhoeffer, enfrentándose al nazismo desde dentro, intentó entender por qué un país tan culto, tan amante del arte, la música y la ciencia, permitió el ascenso de Hitler. Su conclusión era tan simple como incómoda: el problema no era la maldad, sino la estupidez. Y lo explicaba sin rodeos: contra la maldad puedes defenderte porque la ves venir; contra la estupidez no tienes armas, porque el estúpido no razona, no escucha y ni siquiera es consciente de lo que está haciendo. Para él no era un defecto intelectual, sino un fenómeno social: cualquiera puede volverse estúpido si entrega su criterio a un grupo, a una masa o a una figura de poder. Las personas aisladas piensan; las masas repiten. Cuando un líder crece rápido y genera un efecto de arrastre, mucha gente apaga su capacidad crítica para evitar el conflicto interno que produce cuestionar aquello en lo que se sienten integrados. Ahí es cuando el pensamiento propio muere.

Y es exactamente lo que describía Cipolla con sus leyes sobre la estupidez humana: la estupidez está repartida por igual, no depende del estatus, del nivel cultural o del dinero; el estúpido daña a los demás sin ganar nada; los no estúpidos subestiman su poder destructivo; y lo peor de todo es un estúpido con poder, porque puede hundir sociedades enteras. No puede explicarse mejor.

Yo personalmente tuve mi choque con esa realidad durante el COVID. Ahí vi a amigos míos —gente brillante, de esas que consideras sensatas— defender posturas completamente absurdas con una agresividad que daba miedo. Yo veía las intenciones políticas, el negocio, la manipulación descarada, las incoherencias… pero muchos de ellos se aferraban a aquello como si fuera una religión. Y lo hacían con una superioridad moral que hoy, con el tiempo, se cae por su propio peso. Algunos volvieron años después reconociendo que aquello fue un delirio; otros lo saben pero no lo admitirán jamás; y otros siguen atrapados en su propio relato. Esa etapa dejó ver algo muy claro: puedes tener muchos estudios, pero si no tienes criterio, te pueden manejar como quieran.

Lo mismo pasa ahora con muchos temas sociales. Por ejemplo, la violencia de género. Tema delicado, serio y real. Pero también un tema que la política ha convertido en arma ideológica. El problema existe y es gravísimo, pero lo que se ha construido alrededor de él es un sistema que ya ni siquiera busca justicia, sino mantener un relato. Hoy un hombre parte en desventaja solo por serlo; la presunción de inocencia desaparece; las denuncias falsas no interesan porque desmontan el discurso; y cualquier matiz, aunque venga acompañado de respeto y datos, se interpreta como un ataque. El libro reciente de Juan Soto Ivars no hace más que mostrar lo que muchos ya vemos: que hay dos realidades conviviendo, la oficial y la que la mayoría prefiere no mirar. Y aquí volvemos a lo mismo: masas manejadas emocionalmente, incapaces de analizar nada con cabeza fría, gente repitiendo consignas sin entenderlas, y un sistema político que funciona porque la sociedad a la que gobierna es, en términos de Cipolla y Bonhoeffer, estúpidamente predecible.

España hoy es el reflejo de esa mezcla explosiva que reúnen los estudios sobre la estupidez humana: personas distraídas, impulsivas, ignorantes con exceso de confianza y estúpidos ocupando puestos de poder. Y esto no va de izquierda o derecha; va de un modelo de sociedad que no piensa, que reacciona, que necesita bandos para sentir que pertenece a algo y que se ofende por todo excepto por lo que debería. Lo que más se ha perdido es la capacidad de cuestionar. Mucha gente necesita que otro piense por ellos, que una figura pública les diga qué sentir, qué decir, qué odiar y a quién señalar. Y los que se salen de esa rueda son tratados como enemigos del orden emocional del momento.

Al final todo se reduce a algo muy básico: hay personas que prefieren repetir lo que les llega, aunque sea incoherente, y otras que prefieren usar su criterio, equivocarse si hace falta, pero manteniendo la dignidad de pensar por sí mismos. Y esa diferencia es la que separa al ser humano inteligente del que solo aparenta serlo. Yo tengo claro en qué lado estoy. Y quien haya vivido estos años con los ojos abiertos, probablemente también.

Prev / Next

Subscription Newsletter

Sign up with your email address to receive news and updates.

Your info can be safe here, We respect your privacy :)

Welcome to my subscription area!

BLOG RSS