• BOOK
    • LIGHTS & SHADOWS
    • BUY
    • BOOK REVIEWS
  • PAINTINGS
  • STORE
    • Limited Edition Store
    • Open Edition Store
    • MASTERCLASS
    • ORIGINAL WORK
    • Clothing Store
  • BLOG
  • WORKS / WALLS
    • Library Wall
    • Lamborghini
    • Chris Brown
    • Miami Art Basel
    • Only Watch
  • VIDEOS
  • INFO
    • CONTACT
    • ABOUT
    • TERMS
    • PRIVACY
  • SUBSCRIPTION
  • PRIVATE AREA
  • EXIT
  • Menu

SATURNO

  • BOOK
    • LIGHTS & SHADOWS
    • BUY
    • BOOK REVIEWS
  • PAINTINGS
  • STORE
    • Limited Edition Store
    • Open Edition Store
    • MASTERCLASS
    • ORIGINAL WORK
    • Clothing Store
  • BLOG
  • WORKS / WALLS
    • Library Wall
    • Lamborghini
    • Chris Brown
    • Miami Art Basel
    • Only Watch
  • VIDEOS
  • INFO
    • CONTACT
    • ABOUT
    • TERMS
    • PRIVACY
  • SUBSCRIPTION
  • PRIVATE AREA
  • EXIT

Tinta sobre papel, LA 2016

No eres especial. Y ahí está la magia.

May 26, 2025

Hoy, después de todo el domingo trabajando, preparando cosas para la semana, pensé que me iba a ir pronto a dormir, tenía esa intención, de verdad. Pero nada. Me cocía algo en la cabeza y sabía que si no lo escribía, no iba a poder soltarlo, así que aquí estoy, escribiendo esto más por necesidad que por querer decir algo concreto. Como cuando te pica un sitio y no te puedes dormir hasta que te rascas, pues eso.

Hace rato que me ronda esto: que todo el mundo quiere ser especial, y sí, yo también quise ser especial, claro que sí, ¿quién no? Pero ahora lo veo de otra manera, con otros ojos. Lo de sentirse especial es algo del ego, un intento por sobresalir, por que los demás te digan “mira tú”, por colocar una etiqueta encima de lo que haces, y eso, para mí, es muy poco profundo, muy superficial, casi triste, si te soy sincero.

Porque cuando tú haces lo que haces desde el alma, desde dentro, eso ya va mucho más allá de si alguien lo ve como “especial” o no. No lo haces para destacar, lo haces porque no sabes vivir sin hacerlo, porque te nace, porque te arde dentro. Si luego alguien lo ve y piensa que eres especial, eso ya es cosa suya, una idea que proyecta sobre ti, no es real, no es tuya, es su percepción.

Y mientras pintaba hoy, mientras escuchaba rap (como casi siempre), me vino todo eso. Es que me pasa siempre, cuando estoy dibujando, la cabeza va por libre, y ahí estaba yo, dándole vueltas a esto del ego, del reconocimiento, del camino, y pensé: qué distorsionado está todo últimamente. Y ahí también me vino otra cosa, algo que viví muchas veces, de joven, cuando ponías un disco de rap y no entendías una sola palabra, ni inglés, ni francés, pero te daba igual, te movía algo por dentro, algo que no sabías explicar, pero sabías que era real. Esa sensación de conexión pura, sin necesidad de entender nada racional, solo sentirlo. Y eso es lo que a veces echo en falta.

Y no, no vengo a quejarme, vengo a soltarlo. Porque ahora parece que todo pasa por el “like”, por el número, por el algoritmo, y eso no es conexión, eso es dopamina rápida, una ilusión de aprobación.

Yo vengo de otra época, y no lo digo con nostalgia barata, lo digo con datos. Cuando no había redes, nos juntábamos en persona, mostrábamos nuestros blogs de fotos, nuestras piezas, nuestros muros, nuestros graffitis, a veces con colegas, a veces con gente que no conocías de nada, pero se generaba algo real, una conversación, una admiración mutua, una conexión que no dependía de si tenías mil seguidores o si lo que hacías “vendía”. Te miraban a los ojos y te decían: “Hermano, lo que haces es brutal”, y se sentía, porque era de verdad.

Ahora… no sé, parece que todo está más diluido, más basado en gustar, en encajar, en mostrarse antes de saber quién coño eres, y eso me preocupa. Porque veo a gente joven, con talento, con fuego, que empieza ya pensando en cómo venderse, cómo mostrarse… y no en cómo encontrar su voz, su mensaje, su necesidad real de crear.

Y ahí está el problema, están empezando la casa por el tejado, primero el logo, luego el contenido… y después, si eso, ya vendrá el alma.

Yo no hice eso, no porque sea mejor, sino porque no sabía ni que se podía hacer de otra manera. Yo empecé haciéndolo porque me salía, porque lo necesitaba, y después fui entendiendo que si quería dedicarme a esto, tenía que cuidar lo que hacía, darle forma, tomar decisiones.

Y ahí fue cuando empecé a decir eso de que somos marcas, no para sonar “marketero”, sino porque lo veía claro: si yo quiero vivir de esto, tengo que cuidar cómo lo muestro, dónde lo enseño, con quién lo comparto, y si me ofrecen pintar en un sitio que no encaja, por mucho dinero que haya… pues no. Porque eso me aleja del lugar al que quiero llegar. Y sí, a veces hay matices, y sí, hay decisiones difíciles, pero en esencia, lo tengo claro: si no respeto lo que hago, nadie más lo va a respetar por mí.

Y si hoy escribo esto, no es por estrategia, ni porque crea que tengo que decirlo. Lo escribo porque me sale, porque lo necesito, porque hay veces que si no suelto lo que llevo dentro, no duermo. Y si mañana me desvío, si me pierdo entre tanta información, entre tanto ruido, o entre tantos estímulos… quizá relea esto y me acuerde, de por qué empecé, de lo que me mueve, de lo que me sostiene.

Y si tú que estás leyendo esto lo sientes igual… pues genial, y si no, también.

Por eso hice también Saturno: Lights & Shadows, no para enseñar lo bonito, sino para mostrar el proceso, las dudas, los bocetos, lo que no sale en redes, lo que se queda en los márgenes. Porque todo eso también soy yo. Y si has llegado hasta aquí, y algo de lo que he dicho te ha tocado, te ha hecho pensar o sentir algo… imagina lo que puedes encontrar ahí dentro. Son más de 300 páginas de todo lo que no suelo contar. Está en mi web.

Pero ya sabes, sin presión.

Yo lo suelto, y si resuena contigo, ahí lo tienes.

LINK
Prev / Next

Subscription Newsletter

Sign up with your email address to receive news and updates.

Your info can be safe here, We respect your privacy :)

Welcome to my subscription area!

BLOG RSS